Sexo Profundo (1980)
Jennifer, tras haberse casado con el escritor Roman, descubre que ya no disfruta del placer sexual. Por lo tanto, se dirige a un psicoanalista, quien identifica la causa del problema en un trauma infantil, lo que le permite experimentar placer solo a bordo de un avión. Todo se remonta a su prima, quien la violó con un modelo de avión. Por lo tanto, decide asistir a un curso para azafatas en Nueva York y es contratada, después de haberse entregado al instructor principal Murphy. La nueva anfitriona se deshace de todas las inhibiciones y comienza a tener orgasmos, primero con un azafato durante su primer vuelo programado, luego con un colega, finalmente con su marido. Ella le confiesa a Roman sus constantes traiciones justificándolas con el intento de superar su trauma infantil, pero él reacciona bruscamente. Entonces ella arrastra a su esposo de su psicoanalista, quien le revela que finalmente se ha recuperado. Al final, Roman, exponiendo su caso a Murphy, consigue que lo contraten como mayordomo para que nunca deje a Jennifer sola en el avión.